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Para explicar el título y antes de comenzar, tengo que aclarar que absolutamente todos los posts desde el meme de Harry Potter y seguramente hasta octubre están programados con antelación y que fueron escritos hace tiempo (salvo este, claro XD). Quien considere esto como trampa, puede dirigir sus quejas a la pared del fondo, ya que como ya he dicho en innumerables ocasiones, he perdido todos mis internets y tengo que ingeniármelas como puedo. Esta aclaración viene a colación de gente, como por ejemplo, el señor de la almáciga, que creía que me había crecido una antena wifi de la nariz, cosa que aunque de una utilidad manifiesta, no he conseguido aún. Esta es la razón de que no conteste tuits, ni comments ni... básicamente nada en un tiempo que se consideraría normal en mi (vease 10 minutos)

Pero vayamos al tema que nos ocupa: YO. Me he dado cuenta de que hace siglos que no hablo de mi excelsa persona y que mis miríadas de fans (concretamente 6 según Webstats Motigo, y dos de ellas creo que soy yo XD) estarán desgarradas de desesperación intentando sin éxito acceder a mi siempre interesante vida.
Hoy es el día que se cumplen vuestros deseos, ¡estáis de enhorabuena!. (para celebrar, este post incluirá la novedosa adición de unas rayitas muy curiosas que se ponen sobre ciertas vocales.)
Como todo el mundo sabe, estoy en las cálidas tierras del sur, todavía, pese a que mi incursión debía haber terminado hace un mes. La causa de todo este embrollo es que las plantas se han confabulado en contra mía y me han hecho perder tanto tiempo que no creo que vaya a sacar nada en claro de estos meses, estoy empezando a tachar el capítulo de setas de mi tesis y todo. Lo peor del caso es que en un intento desesperado de que me lleve algún resultado, mis jefes me han copado de trabajos satélites que tengo que hacer ahora y sinceramente, doy poco a basto.
Me gustaría no hablar del trabajo, pero es que mi vida social no es muy activa aquí, salvo cuando vamos de cena, que cuando ocurre, está muy bien. Sin embargo, he enganchado a un friki (nos olemos, los frikis nos olemos.) y es probable que acabemos jugando al Lobo un día de estos. Y eso me recuerda que tengo que hablar de ese juego, que es un timazo tener que comprarte cartas nuevas para jugar básicamente al Asesino (que en mi casa siempre ha sido el as de oros).