martes, mayo 25, 2010

Para conmemorar el Día del Orgullo Friki, hoy tenemos un post de videojuegos:

Fire Emblem: Sword of Seals.

Es una pena, pero ya he terminado con esta historia. Me encantaria que hicieran algun juego mas de este hilo argumental, es una saga dentro de la saga y lo merece. Sobre todo si hicieran uno de la guerra del Scouring, llevar a los heroes de los que tanto hablan en ambos juegos seria una delicia. Ademas, hay algunos a los que ni siquiera tendrian que hacer, Lucius es un calco de Elimine y ya se deja caer que Sue es una reencarnacion de Hanon en el final de Sword os Seals.

Una vez mas no he podido evitar hacer un ejercito de unidades magicas, pero es que queda demostrado que son lo unico que funciona decentemente contra las hordas de mamkutes que pueblan ambos juegos (No es nada personal con los magos, por favor, que cosas teneis...). Una vez mas tambien mi Obispa ha llegado a nivel 20, pero no es ni mucho menos Lucius. mas de una vez he tenido que repetir la partida por haber descuidado a Ellen pensando que aguantaria y destrozaria a quien se acercase como tenia por costumbre hacer mi uberobispo. En cuanto a sabios en la pantalla final pese a mi firme conviccion de que Lugh es un niño adorable, lleve a Lilina, porque es evidentemente mejor y sus supports la elevan a una categoria aun mayor. Este Shaman, Ray, tampoco le llega a la suela del zapato a Canas, pero es que este juego es mas dificil que el 7 en general. Creo que las unicas unidades que superan con creces a las del juego anterior son mi Heroe, mi Sword master y mi general. Sobre todo Rugter siempre ha sido mi personaje favorito y nunca me arrepentire lo suficiente de no haber sacado mas supports con Dieck, el Heroe. Tambien me arrepiento de no haber entrenado intensivamente a Clarine, digna hija de Pent (Su otro hijo aunque heredo su cara bonita, como Sniper es un disparabotas, y creed que lo he intentado subir.), con capacidades magicas superiores. Las Valkirias son una clase a la que nunca he prestado atencion y deberia hacerlo.

Como siempre, el ataque mas potente del juego sigue siendo este bastoncito de aspecto inofensivo,



sobre todo porque cuando lo usas tu no es gran cosa, te roba experiencia, pero cuando lo usa la IA, causa verdaderos destrozos en tus filas.

En resumen, un juego epico, aunque disfrute mas del Blazing Sword, quien se resiste al juego que lo origino?
Ahora continuo con el Sacred Stones, pero no es lo mismo, pese a que mi caballero da palos a mansalva, que la maga aparece con una C en anima de entrada y que hay un monje que empieza con magia en vez de bastones... Ya veremos como continua, pero luchar contra zombies no me pega en FE.
FELIZ DIA DEL ORGULLO FRIKI A TODOS.

Y aunque sea una fiesta extranjera, ¡feliz dia de la toalla!

Para celebrarlo hoy habra un post de la indole habitual, friki. Stay tuned!

martes, mayo 18, 2010



Efectivamente, aquí llega el diario de viaje del país que este señor representa: GRECIA. La velocidad de posteo es erratica, pero no creo que mejore hasta el curso siguiente, o al menos hasta verano, todo depende de muchas cosas que nada tienen que ver con mi falta de internet, por cierto.
Sin mas preambulos y sabiendo que mis titulos son cada vez mas cripticos y carentes de sentido para cualquiera que no viviera el viaje...

¿Te conte cuando mi tio estornudo en un bazar?
o
Milliards of vendor machines


Este viaje ha de comenzar en Zurich, sin duda, ya que las 6 horas que pasamos alli formaron parte de este como cualquier otra parte si no mas. Swiss airlines, la compañia que nos llevo, tuvo la delicadeza de dejarnos tirados en un aeropuerto el tiempo suficiente para que nos hubieramos colgado desde alguna ventana de no ser por la fabulosa exposicion de figuras hechas de chocolate que poblaba el aeropuerto, las degustaciones gratuitas y los concursos cutres con los que podias ganar 10 kilos de chocolate (del que se come). Hicimos fotos, nos aburrimos, comimos chocolate y acabamos comprando un quesito del caserio recubierto de nueces que nos vendieron como si fuese el mejor queso que fueramos a probar en nuestra vida. Vamos, que nos timaron.

Ya en Tesalonica, despues de ir en bus hasta el centro, nos dimos cuenta de un par de cosas que nos acompañarian durante todo el viaje:
- Los PTERODACTILOS (sic), que son quioscos como los de aqui pero que abren 24 horas al dia todos los dias del año en plan aun mas hardcore que los chinos de aqui. Alli nos compramos bebidas tan exoticas como zumo de cereza (muy rico, por cierto) y Nestea de frutos del bosque.

- Los perros. Hidecaz o como se llame el de Hetalia erró el tiro, Grecia deberia llevar perros en el hombro en vez de gatos. Fuego asegura que hay mas gatos que perros, pero aunque el numero no es nada despreciable, solo en Delphi (shield) su poblacion superaba a la de los perros segun mi opinion.

- La vida nocturna. La gente se pasea, abre comercios o vive exactamente igual a las 6 de la tarde que a las 3 de la mañana. Segun llegabamos a casa de nuestra huesped en Tesalonica un tio que supuestamente estaba esperando "algo" casi se abalanza sobre mi desde el portal donde se escondia. Porque escondido estaba.

- El estado de deterioro de los edificios en su mayor parte es bastante avanzado, a mi me recuerda un poco a Berlin o a la Rusia postsovietica... sin animo de ofender, sus ruinas y su comida siguen siendo maravillosas y Berlin es un asco sin paliativos.

- Aunque no lo descubri en aquel momento algo destacable es que en la mayoria de las cafeterias y algunos restaurantes te ponen una jarra con agua nada mas sentarte, exactamente igual que hacian en Japon, Es una cosa que aprecio sobremanera y que menciono siempre que me sucede, creo que deberian hacerlo en todas partes.

Como podeis ver, la primera media hora dio para bastante, despues de eso solo conocimos a las compañeras de piso de Fuego y nos desplomamos sobre la cama.

El primer dia fue tambien intenso, compramos los billetes de tren para ir a Atenas en el tren nocturno en el que nos clavaron 36 euros por haber una huelga que afectaba al tren barato (de 16 euros, creo recordar). Y despues visitamos Tesalonica. Seguimos un camino que indicaba la Lonely Planet que estuvo bastante curioso. Comimos Bugachas o como se diga, vimos el monte Olimpo, la torre blanca, la zona de tiendas, las tiendas frikis (de hecho descubrimos una que Fuego no conocia, aunque yo me quede sin poder comprar el libro que necesitaba, pese a que esa libreria tenia de todo FFFUUUU), ruinas y mas ruinas, conocimos a una lugareña que nos acompaño en la subida hasta la muralla por un barrio que me recordo a Lisboa levemente y por ultimo, vimos el atardecer y el monte Olimpo desde una terraza que nos sirvio las pastas mas maravillosas del mundo.
Aquellas pastas fueron el principio del fin para mi, ahora entro en una pasteleria y solo quiero ver los dulces turco-griegos (quien diga que no son medio turcos.... ). Esto es algo que solo me habia pasado en Japon antes, pero supongo que esto de la edad hace que el turismo gastronomico me llame la atencion cada vez mas.

Por la noche, volvimos a quedar con Heleni (<-transcription fail, creo) para ir de tabernas a cenar. Comimos fenomenal y por 5 euros, es una lastima que dude saber volver. Quiza desde la plaza del hombre blanco...
Despues de cenar pillamos nuestras mochilas (algunas prestadas, estoy vieja y lo reconozco) y nos fuimos a pillar el tren mas accidentado en el que he subido en toda mi vida.
Aquella noche dormi como una alcayata durante creo que un total de 5 minutos. Mientras intentaba dormirlos sucedieron gran cantidad de eventos, a saber: el vagon se lleno de humo, polvo o algo asi, tuvimos que parar un rato, los revisores se pusieron nerviosos, pero pudimos continuar. Despues comenzaron a caer lo que parecian rocas en el techo. y acabamos yendo a 10 kms/h durante un rato largo. Sorprendentemente, despues de todas estas vicisitudes solo llegamos a Atenas media hora mas tarde del horario previsto.
Al llegar, despues de media hora mirando infructuosamente un mapa pregunte al señor de la estacion y me dijo donde estaba la parada a la que teniamos que ir para llegar al albergue que habiamos visto de una forma rapida y eficaz (incluso llamo al albergue, muy amable).
El metro de Atenas es lo mas nuevo de la ciudad, sus estaciones e interiores refulgen con el brillo de la odiosa comparacion frente a los edificios que las rodean. Es curioso porque en la mayoria de sitios suele ocurrir al contrario (el ejemplo mas flagrante que tengo es Amsterdam, bajar al subterraneo es un suplicio)

Tras admirar el metro fuimos a uno de los albergues, donde nos dijeron que estaba completo, asi que buscamos el segundo. Se llamaba Aphrordite y sin duda puede ser el albergue mas barato con buena localizacion y que mas cosas te ofrecian en el que he estado en toda mi vida (a excepcion del albergue de la REAJ de Madrid). Y he estado en muchos albergues.
No confio en que se mantenga asi durante mucho tiempo, porque se estan promocionando, pero nos cobraron 10 euros por persona y noche con sabanas, toallas e internet incluidos. No tuve que pagar un duro por el agua caliente y ademas estaba limpio.

Lo primero que hicimos a continuacion fue encontrar la estación de autobuses para comprar los billetes a Delfos (13,60 euros el trayecto). En el camino una señora nos imprecó por no haber comprado billete y nos bajamos en la siguiente parada, desde la que fuimos andando y estuvo bien al final, porque de no ser por eso no hubieramos encontrado la cafeteria cutre en la que tomamos un te con leche y unos cafes enormes y maravillosos por un euro y medio y en un vaso de vaca, ademas. Una vez tomada la dosis de cafeina que algunos necesitaban nos lanzamos a Atenas. Lo primero, claro el partenon y toda esa zona, que está llena de ruinas y piedras por todas partes, no entrare en detalles porque todos sabemos como son estos sitios. Comimos por la zona de Plaka, donde nos timaron un poco y paseamos por el mercado de las pulgas. Alli habia un Michael Jackson bailando muy logrado.

Despues de un vacio temporal en el que no se que hicimos, volvimos a casa, buscamos una farmacia de guardia, cenamos en un Goodys y nos fuimos a dormir pronto.




Al dia siguiente tocaba Delfos, asi que pinte mi cartel en el bus y asi cuando llegamos lo tenia listo y preparado para buscar el letrero del limite de la ciudad.
Delfos fue, creo, lo que mas me gusto del viaje: Un pueblo pequeño, con edificios bonitos y plagado de restaurantes. El museo muy decente y las ruinas espectaculares, sin contar con la pobre araña que vimos morir, era gigantesca. Es una lastima que no pudieramos subir a las cuevas por un desprendimiento que habia sucedido hacia poco. Comimos en O Elatos, por 34 euros y fantasticamente bien. Un poco caro, pero la zona es muy turistica y las raciones eran mas que suficientes, recomiendo sobre todo el pastel de espinacas y el yogur griego que sirven. Esta en.. la unica calle del pueblo, Vasileus Paulou, mas cerca de la estacion de autobus que de las ruinas.
Lo ultimo que hicimos en este pueblo fue encontrar el cartel, hacer alguna foto y volver a esperar el autobus. Por la noche intentamos comprar los malditos biletes de tren para volver a Tesalonica sin ningun exito, segun parece hay que comprarlos el mismo dia que vayas a viajar. Si, logica aplastante griega.
La mañana siguiente comenzaba nuestro ultimo dia en Atenas, asi que habia que aprovechar. Intentamos llegar pronto para comprar los billetes y tuvimos la suerte de tener que comprar literas, fue una fantastica idea, yo dormi bastante y ademas el tren llegaba a las 5 de la mañana, lo que nos permitia dormir un par de horas mas en casa.
Pero volvamos a Atenas, hoy tocaba ir de museos, y eso hicimos, salvo por el detalle de que en semana santa alli las cosas cierran imprevisiblemente. Los museos, y el resto de monumentos no abrian hasta las 12. Asi que, revisamos el mapa y decidimos subir a un monte con bosque que albergaba la prision de Socrates y un monumento a las musas, sin contar con las vistas. Cuando bajamos eran las 12 en punto asi que entramos al museo en el momento adecuado. El museo de la Acropolis es uno de los que mejor montados he visto en toda mi vida. Hay replicas de las estatuas completas para hacerte una mejor idea de lo que ves en las salas siguientes. Las cariatides estan perfectas en su ubicacion (yo no sabia que las del templo de poseidon eran de pega) y ademas tiene un recorrido claro y lineal cosa que yo siempre he echado en falta en los museos.
El otro, de cuyo nombre no me acuerdo, es mas normal, aunque tiene piezas muy interesantes tambien y un patio interior con una tortuga adorable paseandose.
Cuando salimos, comimos en el Goodys (otra vez) y fuimos a la zona de la catedral a pasear por alli hasta que nos dio la hora de ir, recoger las cosas, hacer la ultima compra en la pasteleria que siempre frecuentabamos e irnos al tren.

Como ya dije, dormi bastante para no entrar en la litera, no entrare en detalles del vendedor asqueroso que nos puso separados, pero al final conseguimos estar en el mismo compartimento.
En Tesalonica, nos dedicamos a dormir hasta las 9, habiamos quedado con Heleni para ir a Edessa.

El tren nos llevo sin contratiempos al destino, donde en un principio solo esperaba ver unas cataratas. En efecto, habia cataratas, pero lo mejor, sin duda es a ese sitio donde no va nadie, que esta entre cultivos de higueras y parras y al que se llega por un camino de tierra sin apenas señalizar. La ciudad antigua, las ruinas.
Se separan del visitante por un cartel que pide evitar subir a los muros, de tal forma que puedes entrar a las ruinas por la calzada principal, tocar las columnas y ver todo a milimetros de distancia. Y lo mas importante, no hay ni un alma.
El camino, ademas, es bonito, sobre todo en el desvio que lleva a las ruinas de la puerta norte, definitivamente merece la pena.
La comida fue tambien en un sitio turistico, pero como de costumbre, alli se come bastante bien. Dimos por ultimo un paseo por el pueblo y despues intentamos subir por el arcen de la carretera hasta un supuesto lugar de ocio al que solo le vimos la puerta, habia que volver a casa.

Cuando llegamos a Tesalonica nos dimos cuenta de que esa noche era especial, todo estaba cerrado y ademas las iglesias estaban abarrotadas, la tradicion es romper dos huevos (si uno queda intacto al chocarlos da buena suerte) y coger la llama sagrada en una vela que se lleva encendida a casa. Cenamos algo tipico de despues de semana santa (alli no comen carne hasta el viernes santo, donde sacrifican un cordero, se comen sus visceras en una sopa hecha con verdura y arroz que esta realmente buena y al dia siguiente se comen la carne, creo.) y ya desde casa vimos el espectaculo de un monton de velas saliendo de todas las iglesias formando un rio de puntos naranjas que iban por toda la ciudad. Fue impresionante, me hubiera gustado vivirlo en persona.
Y asi termina el viaje... porque el resto de la noche la gastamos en que a mi me entrara morriña de mis tiempos Erasmus y en llegar al aeropuerto, pero lo de mi morriña pertenece a otra historia que fue contada en su momento.