lunes, septiembre 28, 2020

Bueno, ha llegado el momento... DE HAWAIIII.
Recomiendo encarecidamente visitar al menos 3 o 4 islas, menos es faltarle al respeto al archipielago y además... en un viaje en el que vas a unas islas en todo el medio del Pacífico más vale estar 10 días, que menos.
Si teneis que obviar una de las islas por motivos de tiempo o dinero, que sea Oahu, claro está. Es un resort gigantesco, que aunque merece la pena para una noche por ver los complejos hoteleros y comerciales que tienen allí montados, ver la estatua del Duke, el palacio de Iolani y dar un paseo nocturno, está demasiado masificada, americanizada y resort-todo-incluido-ada. Incluso la celebérrima playa de Waikiki palidece ante lo que podemos encontrar en otros lugares.
Las otras islas son otra cuestión, sobre todo, la Isla Grande y Kauai. La primera es la más grande, como su propio nombre indica, y es donde está el Parque Nacional de los Volcanes. Y no hay más que decir. Para ver la lava fluyendo en toda su roja gloria hay que ir de noche y la espectacularidad de pisar lo que había sido una colada de lava no hacía mucho en la oscuridad, mientras ves plantas naciendo entre las grietas hasta llegar a un acantilado, todo a oscuras, para ver la lengua roja de fuego deslizandose hasta el mar es una sensación única, Pele en todo su esplendor. Por si fuera poco, el parque tiene zonas de frondoso bosque, con cuevas cilíndricas formadas por lenguas de lava, un mirador al cráter del Kilauea (de noche se ve espectacular) y vistas para pasarse varios días en el parque.
Sin embargo, la Isla Grande tiene más que ofrecer. El Pu'uhonua o Honaunau National Historic Park hace una recreación de una aldea Hawaiiana que merece la pena visitar. Otro lugar de gran belleza son las Akaka Falls, un pequeño parque con un recorrido circular pavimentado rodeado de espesura y sonidos de animales (sobre todo de la rana coqui, una plaga cuyo ruido atronador os acompañará en todo el viaje). En Hilo si teneis suerte hay un mercado ciertos días de la semana donde se puede encontrar desde fruta fresca, helechos (allí comen helechos y están bien buenos), verduras que no has visto en tu vida y comida preparada por precios muy buenos.

Para el alojamiento, nosotros elegimos el albergue Wild Ginger, ubicado cerca de Hilo, en una casa antigua que sigue pareciendo antigua, con un jardín del que se pueden coger plátanos y papayas y cerca del río. Vi una cucaracha, pero francamente, a 37 grados centígrados con una vegetación exhuberante rodeándote y una humedad relativa del 100% lo que no comprendo es por que no vi más cosas. Este albergue además de ser barato y tener una ubicación excepcional tiene el mejor desayuno que yo he comido en un hotel nunca (creo): Papaya y plátanos recién cogidos del árbol, pan de platano y nueces recién horneado, bizcocho de chocolate casero y la estrella de la casa, una especie de arroz con leche que no se describir muy bien pero que era fantástico.

En Kauai encontrareis paisajes y casas pintorescas, todo muy bien cuidado y con más orden que en otras islas. La principal atracción es el Waimea Canyon State Park, y bien lo merecen todos sus miradores, pero hay otros lugares más apartados y maravillosos, como es el templo Hindú de Kauai, que no mucha gente conoce, pero merece la pena. La playa de Poipu es excelente para hacer snorkel y no tiene mucha dificultad. Aquí tiramos la casa por la ventana y nos alojamos en el Hilton Garden Inn (Cuidado con el impuesto de resort, son 30 dólares que no puedes evitar pagar). Para comer, un sitio cutre a tope, se llama Hamura Saimin y aunque yo no pude probar su famoso saimin, los pinchitos estaban excepcionales, así como la tarta de fruta de la pasión. Maui, quizá la segunda isla más turística después de Oahu, conserva aún su identidad. Todo lo que se ve recuerda a Parque Jurásico, y con razón, mucho de esa película fue grabado aquí. Esta isla, además, es el lugar perfecto para ir a un Luau. Os parecerá una chorrada turística, y puede que lo sea, pero es maravilloso. Yo fui al Old Lahaina Luau, en la cuidad del mismo nombre, y tanto la comida, como los juegos y el baile en si merecieron la pena pese al precio, que creo que rondaba los 80 euros. La ciudad de Lahaina y la carretera que llega a ella desde Wailuku bordea la playa y es espectacular aunque es muy transitada. Otra excursión que no debe perderse es el camino a Hana. Merece un día entero desde bien temprano y en este camino rodeado de bosque encontrareis selva, playas negras, cascadas, y jardines botánicos abandonados. Nuestro albergue en esta ocasión se llamaba Northshore Hostel en el centro de la ciudad de Wailuku y muy cerca del valle de Iao (al que no pudimos ir puesto que estaba cerrado). Las playas son también espectaculares, pero no pudimos aprovecharlas al máximo ya que hubo un ataque de tiburón y cerraron todas las playas (si, allí se cierran las playas y punto)