domingo, mayo 01, 2011

Charles, por favor, toma nota, voy a dictarte un post

Pues he ido al norte. Y maldita la hora, tenía que haberme llevado el plumas, el gorro y a saber. Pero empecemos por el principio, porque el post se divide en dos partes diferenciadas: El Infierno Alsiano y La City, y lamentablemente ya no tengo las ideas tan claras como cuando me estaba sucediendo todo esto, así que me temo que todo quedará en un resumen

El Infierno Alsiano.
Todo comenzó a las 0950 de un día más o menos soleado. La estación de autobuses estaba tan abarrotada que no me di cuenta del problema hasta que vi con incredulidad que había un autobús cuyo número era el 1 y el 2 a la vez. De hecho, había dos buses que eran el 1 y el 2 a la vez. Como era de esperar, mi asiento estaba en uno de los coches afectados así que tuvimos que ir de un lado a otro preguntando a los conductores para saber en cual de ambos nos tocaba. Sorprendentemente, solo nos retrasamos un cuarto de hora. Durante el viaje no se produjo ningún incidente de mención, pero cuando llegamos a la estación en la que tenía que coger el enlace, descubrimos una cola de buses que se alargaba durante lo que yo afirmo que eran kilómetros intentando entrar en la estación. La situación era absurda hasta el punto de que medio coche tenía un enlace y querían salir de allí como fuera, pero el conductor no parecía dispuesto a abrir la puerta.
Media hora después conseguí bajar al suelo y echar a correr para coger el metro, me quedaban algo menos de 45 minutos para llegar cuando me di cuenta de que el metro estaba tardando en cerrar las puertas mucho más de lo normal. En aquel preciso instante llegó la voz de megafonía diciendo que había habido una avería y que tardaríamos un poco en salir. Fantástico.
Por obra de algún milagro logré llegar al intercambiador con 20 minutos de tiempo, aunque yo juro y perjuro que estuve en el metro parado horas.
Una vez a la vera del siguiente bus, ya acompañada por Archy, el conductor nos dejó sin subir porque estaba esperando la lista de nombres de los que habían comprado por internet, la máquina que le daba la lista estaría rota, se supone. Pero de nuevo, milagrosamente salimos de allí solo con un pequeño retraso.

Y esto, es ALSA, amigos, el Caos hecho compañía de transportes. Y luego me preguntan que por qué me gusta el tren... pero por ahora pasemos a

La City

En la cual tengo un maremagnum fantástico en la que no tengo ni idea de que pasó que día, se que comí comida basura durante varios días, celebramos el cumple de Elen, bailamos hasta las tantas, cantamos Disney, jugamos al Munchkin de Chtulhu, a Lobos de Castronegro, lo dimos todo en el Ultrastar, visitamos la ciudad y hablamos hasta las tantas todos los días. Y no dormí mucho, es más quiero recordar que hice el canelón un día de aquellos, que Elen se cosplayeó de padre y que Archy se vengó de mí tirándome un Primigenio a la cabeza. Además, se generó a James y a Charles, un ventrue de esos asqueotípicos, inglés, por supuesto y con un ghoul mayordomo de nombre Charles. Porque un mayordomo solo se puede llamar Charles, Alfred o Sebastián, como todo el mundo sabe.

Esta síntesis tan absoluta no se exactamente a que responde, pero tengo fiebre en estos momentos y no estoy muy segura de la legibilidad de lo que tecleo. Espero que Charles lo depure según copia.

No hay comentarios: