Ahora si, Japan Weekend

Viernes tarde salia nuestro tren con destino a la capital. Cuando lo vimos nos parecio maravilloso que nos hubiera tocado (al fin) uno de los bien anunciados trenes nuevos, que tenia hasta enchufes en los asientos, pero la emocion duro poco: no se si echarle la culpa al trazado, al estado de las vias o a una programacion de cruces de trenes organizada por un mono ciego®, pero el caso es que lejos de ir rapido, la nueva flota de Renfe tarda aun mas que la vieja. En total, alrededor de media hora mas que un autobus expres de Auto-Res (ahora Avanza). No es que le este haciendo promocion a los buses, yo siempre he preferido el tren, pero hay momentos en los que te haces la sencilla pregunta de porque tarda menos un vehiculo que tiene como velocidad limite 100 km/h y que esta sujeto a la voluble densidad del trafico de Madrid que uno que se supone que puede ir a una velocidad constante de alrededor de 150 y no esta sujeto al trafico.
La conclusion a la que llego es invariablemente que los trenes no llegan nunca a su velocidad punta. Es una verdadera lastima, porque me parece un medio de transporte fantastico (y aun mas desde que me fui de Erasmus), pero llega un punto en el que hay que decir basta, quiza la puntillada final la de que ahora los autobuses estan montando Wifi en todos sus coches, pero el caso es que la diferencia entre los dos medios de transporte se esta volviendo demasiado grande para ser ignorada durante mas tiempo.

Pero volvamos al tema que nos ocupa, tras despedirme de Fuego, me dirigi al metro, para encontrarme nada mas y nada menos que con MP en el anden de enfrente. No me la encontraba cuando viviamos aqui ambas y tengo que dar con ella en Madrid, ironias de la vida. Aunque mas ironico fue que nos pasaramos media hora hablando de anden a anden, via movil, pero gesticulando somo si estuvieramos enfrente, cosa que de hecho sucedia.
Cuando llegue a la casa de campo aun habia un par de cosas que hacer, vi a Poke y a su prima, Kurosam aparecio eventualmente y cuando nos echaron del pabellon nos fuimos a cenar al macdonalds (algunos optamos por un bocata de jamon en un local cercano) y contamos batallitas con las que casi me echo a llorar de risa. El momento Locktite fue el mas epico de la noche.

A la mañana siguiente, amanecimos a horas absurdas, y nos fuimos a preparar el resto del evento. Me pase todo el dia sellando manos a la salida, lo cual me dejo poco tiempo para ver nada, lamentablemente, la parte buena es que pude parar a todo cristo para hacerle una foto, hablar con Edgewords, Ciel, que llevaba el mejor disfraz que he visto en mi vida, tanto que simplemente parecia el mismo, con la ropa perfecta, y a una chica con una camiseta pintada con un Sebastian.
Casi a la hora del cierre aparecieron M y J con los que Kurosam y yo nos fuimos a cenar. Intentamos convencer a los granadinos pero no se dejaron, asi que nos fuimos al Fres Co de montera, cenamos la mar de bien, contamos batallitas y nos fuimos a dormir, no sin antes encontrarnos a todo cristo de camino al hotel.

La mañana siguiente fue mas descansada, nos fuimos con Kasuga en taxi y tras un par de horas de marcar manos pudimos dar al fin una vuelta por el recinto, comprar un par de Giroros a los granadinos, babear ante la montonera de cosas que tenian de Kuroshitsuji y comer al aire libre un poco de ramen.
Poco despues, Kurosam se fue, asi que me quede sola a ver el concurso de parapara (Yo sigo en mis trece, el componente somatico de la magia se entrena bailando parapara y nadie me va a sacar de mi conclusion. Me gusta el parapara XD) y despues el de cosplay mientras ayudaba un poco en el puesto de ramen.

Sobre las siete, comence a despedirme de la gente, para salir de alli, comprar un bocata en el Pans and Company y... volver a Salamanca.